Cerebro y realidad: ejemplos de distorsiones populares

Todos sabemos que el cerebro humano es un mecanismo único que puede compararse con una computadora muy poderosa. Pero, sin embargo, a veces falla. En este artículo daremos algunos ejemplos de distorsiones cognitivas de la realidad.

Necesidad de corrección absoluta

Muchos de nosotros estamos familiarizados con la situación cuando estamos en una disputa activa, convencidos de que nuestra opinión es la única correcta, comenzamos a defenderla aún más celosamente. La cuestión es que es muy difícil para un cerebro convencido de su exactitud y verdad cambiar su opinión.

Colores cálidos y fríos

Intuitivamente, nuestro cerebro percibe el rojo como cálido y el azul como frío. Se realizó el estudio sobre este tema, en él se repartieron bebidas a la misma temperatura. Pero en vasos de color rojo y verde. ¿Y qué le parece? Las bebidas que se servían en el vaso verde parecían más frías.

Falsos recuerdos existen

El cerebro humano no solo puede distorsionar la realidad, sino también presentar recuerdos inventados como realidad. Este término también tiene un nombre - confabulación. En este caso, las personas realmente recuerdan aquellos eventos que nunca sucedieron en su vida.

La visión complementa el sabor

Otro estudio realizado por científicos. A algunas personas se les pidió que calificaran el vino blanco. Pero antes del experimento, la bebida estaba pintada de rojo. Como resultado, un porcentaje significativo de personas del grupo se sorprendió al probar las notas características del vino tinto.

No notar el elefante

Para tales casos, los científicos también propusieron el término y se llama ceguera de atención. Se basa en el hecho de que si una persona se concentra en una cosa, es posible que no note las otras, incluso si ocurren justo delante de sus ojos. Esta característica psicológica es utilizada activamente por los ilusionistas en sus ideas.

La teoría de la probabilidad no es para el cerebro

Nuestro cerebro cree: si 5 veces la moneda cae sobre la palma con un cruz, una cara seguramente estará en la sexta vez. Según la teoría de la probabilidad, la probabilidad sigue siendo la misma y es uno a uno. Pero el cerebro se opone activamente a esta afirmación. Como resultado, tenemos un sentimiento interno que está a punto de tener suerte. Ocurre a menudo durante el juego.

 

 

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